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Colas en el Wizink Center para vacunación
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Colas en el Wizink Center para vacunación (Foto: Lucía Villanueva)

Covid en 2021: el año de la vacunación

Las vacunas, protagonistas de 2021

Por MDO

Antes de nacer, 2021 fue considerado como el año en que la pandemia iba a ser controlada y en el que los recursos de la Sanidad iban a paliar los estragos de 2020. Sin embargo, no fue del todo así. Las diferentes variantes de la Covid asolaron al mundo y a Madrid, convirtiendo las sucesivas olas pandémicas en verdaderos dramas humanitarios que si bien no alcanzaron una mortalidad tan elevada como el año previo, sí mantuvieron a toda la sociedad en una alerta intermitente, tal y como está ocurriendo en esta sexta ola con la variante ómicron.

En enero, las vacunas apenas habían empezado a distribuirse en la población, aplicando un selectivo y riguroso régimen de prioridad. Llegó el momento de los protocolos y los planes de vacunación. En un inicio, los sueros se inocularon a grupos muy específicos de la población: mayores, grandes dependientes y parte de los trabajadores esenciales como los sanitarios y los sociosanitarios.

Desde el Ministerio de Sanidad, todavía liderado por Salvador Illa, se elaboró una primera estrategia de vacunación en la que se planteó que “en la primera etapa en la que el número de dosis de vacunas serán limitadas, se ofrecerá la vacunación de manera priorizada”. De esta forma, en Madrid, la Consejería de Sanidad comenzó a aplicar la vacuna entre los más vulnerables. En este marco, se catalogaron 475 residencias -públicas, privadas y concertadas- de ancianos de máxima prioridad, para después seguir con el resto de centros sociosanitarios. En total, 651 centros, de los cuales son 449 de mayores, 175 de discapacidad y 27 de enfermos mentales, sumando en total 47.354 residentes y 13.777 trabajadores.

En cualquier caso, las vacunas a principios de 2021 no fueron una solución para la mayoría de la población ya que en aquel momento ninguna empresa tenía la capacidad suficiente como para atender la demanda europea o española. De esta forma, mientras se solucionaban los problemas de producción, de distribución y de contratación con los laboratorios de Pfizer, Moderna o Astrazéneca, las “medidas quirúrgicas” fueron la tónica general en la Comunidad de Madrid. El debate entre Salud y Economía estaba en vigor y desde el Gobierno de Madrid, con Isabel Díaz Ayuso e Ignacio Aguado al frente, apostaban por tomar las medidas que afectaran en lo mínimo posible a la actividad empresarial.

De hecho, después de casi 12 meses, la Comunidad de Madrid consiguió administrar un total de 11.000.151 dosis. De esta manera, el porcentaje de población de la Comunidad de Madrid con la pauta completa se sitúa ahora mismo por encima del 80 por ciento y teniendo en cuenta sólo a la población diana, establecida en 5,9 millones de los 6,8 millones de ciudadanos en la región, el porcentaje de inmunizados representa más del 90 por ciento.

Las variantes y sus efectos

Hasta mayo de 2021 la Organización Mundial de la Salud no comenzó a usar el alfabeto griego para denominar a las diferentes variantes del virus. El motivo fue la estigmatización que estaban sufriendo aquellos países donde se detectaban las variantes, que hacían que se conocieran a estas versiones virales por el gentilicio de las naciones.

La primera de estas variantes que llegó a ser temida fue la Alfa, más conocida como la británica. Sobre su entrada en España, se especuló con que había sido a través del Aeropuerto de Barajas y de Gibraltar. Esta variante dominó durante la tercera ola y golpeó fuerte en los primeros compases del año provocando que en la región se tomaran medidas excepcionales en forma de toque de queda, de prohibición de reuniones entre no convivientes y de confinamientos selectivos.

De hecho, la variante Alfa predominó también durante la cuarta ola, una situación que según difertentes epidemiólogos propició que en España las variantes procedentes de Sudáfrica y Brasil, como la Beta o la Gamma, no tuvieran un impacto mayor. Esto se debe, según diversos estudios, a que la dominancia de la Alfa dejó fuera a las demás.

Aún así, durante la quinta ola que tuvo lugar durante el pasado verano, la variante Delta consiguió prevalecer. Esta versión del virus había descontrolado totalmente la situación sanitaria en países como India o Bangladesh y se había expandido por Europa. De hecho, según los datos epidemiológicos de la propia Comunidad de Madrid, esta variante supuso un aumento del riesgo de ingreso en cuidados intensivos respecto a la tercera ola de 2,6 veces superior.

Ómicron es la más reciente de las variantes preocupantes en la actualidad. La Organización Mundial de la Salud así lo determinó a finales de noviembre, cuando se detectó por primera vez en Sudáfrica. Sin embargo, a pesar de que fue en esta nación meridional donde se registró, no está claro aún dónde se originó. En cualquier caso, su procedencia ahora no importa sino su enorme capacidad de contagio. Esta variante que azota al mundo tiene más de 30 mutaciones en su material genético y ha sido capaz de evolucionar a un ritmo vertiginoso.

Las características de Ómicron sumadas al nivel de vacunación y a la asunción de la población española y madrileña de que el virus, en su mayor parte, ya estaba controlado han creado un caldo de cultivo idóneo para su proliferación.

Confinamientos selectivos y ZBS

Los confinamientos selectivos llegaron a introducirse en la vida cotidiana de la mayoría. Las Zonas Básicas de Salud que empezaron a funcionar a finales de 2020, continuaron en 2021. En función de la incidencia de estas ZBS, que a veces coincidían con los barrios y otras veces no, la libre entrada se restringía, provocando situaciones extrañas e incómodas para la población.

"Estamos en un nuevo escenario que obliga a cambiar las reglas del juego", dijo el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, un 22 de enero de 2021. Los datos epidemiológicos y asistenciales reflejaron las consecuencias de las reuniones familiares en Navidad y la nueva cepa británica, de alta transmisibilidad.

"Estamos en un nuevo escenario que obliga a cambiar las reglas del juego"

Aquel día, la Comunidad de Madrid decidió ampliar restricciones a la movilidad instaurando un toque de queda desde las 22.00 horas hasta las 06.00 horas y el cierre de comercios a las 21.00 horas. Solo pudieron abrir en horario nocturno las farmacias, establecimientos médicos, veterinarios, gasolineras y aquellos que prestasen servicios imprescindibles e inaplazables. Además, se prohibieron las reuniones de no convivientes en domicilios y se limitaron los aforos en la hostelería. “Prudencia, responsabilidad y cuidado”, fue el lema elegido por la Consejería de Sanidad en aquel momento y que se convirtió en uno de los mantras pandémicos durante aquellas semanas.

Esta política de aplicar “medidas quirúrgicas”, tal y como definió la presidenta de la Comunidad, alcanzó su auge el 8 de febrero de 2021, cuando la incidencia de la pandemia situada en más de 800 casos por 100.000 habitantes obligó a la Administración regional a confinar unas 72 Zonas Básicas de Salud, que afectaron a 1.800.000 madrileños de la capital y de otros 28 municipios. Aquellos 14 días en los que estuvieron en vigor estos confinamientos fueron los más restrictivos de 2021, sin embargo, la dificultad de controlar la circulación de la población hizo muy complicado para las autoridades que estas normas excepcionales se cumplieran de forma rigurosa.

Las cuatro olas y sus resacas

En 2021, hasta cuatro olas azotaron a España y a Madrid. Una de las más intensas fue la tercera, desde el 7 de diciembre de 2020 al 21 de marzo de 2021, que llegó después de las navidades y mantuvo en jaque a los recursos públicos de la Sanidad madrileña. La cuarta ola, desde el 22 de marzo al 20 de junio, no tuvo una repercusión tan grande y coincidió con los inicios de la vacunación.

La quinta ola, por su parte, se caracterizó por el avance de la vacunación algo que quedó reflejado en la mortalidad. Si durante las olas anteriores los fallecidos parecían seguir un patrón paralelo a la curva de contagios, en esta ocasión, la progresiva inmunización de la población rompía la tendencia.

Contra todo pronóstico, ha sido la sexta ola de la pandemia, en la que se encuentra ahora inmersa la población española, la que ha batido récords. Durante las últimas semanas de diciembre la tasa de incidencia a 14 días en Madrid ha llegado a los 688 casos por cada 100.000 habitantes, la mayor cifra registrada en la región desde que se toman datos. De hecho, en cuanto a los nuevos contagios, 46.643 personas resultaron positivas según el informe epidemiológico semanal del pasado martes 21 de diciembre. Un dato llamativo es que antes de esta sexta ola, el récord de contagios diarios estaba en 7.879, número al que se llegó el pasado 19 de enero.

El hospital de pandemias

El hospital Zendal ha sido en 2021 uno de los ejes fundamentales en la lucha contra el virus en Madrid. El hospital de pandemias había sido inaugurado el uno de diciembre de 2020 y 10 días después recibió a su primer paciente. Se trató de una mujer de 63 años aquejada por una neumonía trasladada en una ambulancia desde el Gregorio Marañón. Ella fue la primera de miles.

Tan solo cinco meses después, el 14 de abril, este centro ya había atendido a más pacientes que el hospital de campaña de Ifema, y tenía dedicados sus tres pabellones de forma íntegra a los infectados por la Covid.19.

Durante muchas semanas, el centro tuvo abiertos y a pleno rendimiento sus tres pabellones. La capacidad máxima a la que llegó el Zendal fue de 1.056 camas de hospitalización organizadas modularmente en torno a controles de enfermería. Además, dispuso de 48 boxes de UCI, 16 de cuidados intensivos y 32 de cuidados intermedios, es decir un total de 1.056 camas.

El pasado 23 de febrero, con la tercera ola ya amainada, el Zendal se transformó en el principal punto de vacunación masiva frente a la Covid-19. En total, desde esa fecha se han administrado más de 1.815.185 dosis, con un récord de 33.737 vacunas inyectadas en 24 horas registrado el pasado 7 de julio.

Debido a la reducción de la incidencia, la Consejería de Sanidad pudo dedicar uno de sus tres pabellones sólo a la inmunización. Con el 92,1% de la población inmunizada con las dos dosis de las vacunas y el 90,4% con al menos una, este macropunto de vacunación está centrado ahora en la administración de terceras dosis, disponibles sin cita previa y durante las 24 horas del día. De esta forma, el Zendal se ha convertido en uno de los principales puntos para que los más de millón y medio de madrileños pendientes de ser vacunados puedan hacerlo.