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Accidentes, agresiones, juicios mediáticos: los sucesos más sonados de 2021
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(Foto: Chema Barroso)

Accidentes, agresiones, juicios mediáticos: los sucesos más sonados de 2021

Por MDO

La página de sucesos de 2021 ha estado plagada de operaciones policiales, accidentes fatales, juicios muy esperados y variada actividad delictiva. De todo ha habido este año que comenzaba con uno de los sucesos que nos sobresaltó poco después de estrenarlo. El 20 de enero cuatro personas fallecían y otra decena resultaban heridas en la explosión por un escape de gas en un edificio ubicado en el número 98 de la calle Toledo, perteneciente a la parroquia de la Virgen de la Paloma.

La onda expansiva hizo volar las tres últimas plantas del bloque y provocó daños en los edificios próximos. Las víctimas fueron un sacerdote de la residencia clerical afectada, un feligrés que había acudido a ayudar a la parroquia, un obrero que trabajaba en la misma calle y había bajado a su vehículo a por una herramienta y otro viandante de origen búlgaro al que también sepultaron los cascotes.

Tras estudiar la situación del edificio, se decidió no demolerlo sino trabajar sobre la parte superior afectada. El desmontaje duró semanas y muchos vecinos de los edificios próximos tardaron día en poder regresar a sus viviendas por la complejidad de los trabajos.

La investigación descartó como causa un accidente laboral, sino que la explosión fue provocada de manera accidental por un escape de gas natural, que se desarrolló de forma lenta, continua y prolongada en el tiempo.

El juez de Instrucción acordó el archivo de la investigación, aunque la Parroquia de la Virgen de la Paloma presentó un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial contra un cierre que consideraban prematuro. En junio el Juzgado de Instrucción número 35 de Madrid admitió a trámite el recurso de apelación pero finalmente la Audiencia Provincial cerró el caso.

Reaparece Noelia de Mingo

Habían pasado 18 años desde que la exdoctora Noelia de Mingo fue condenada a 25 años en una cárcel psiquiátrica por matar en 2003 a tres personas y herir gravemente a otras en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. Desde entonces poco o nada se sabía de ella. Hasta que este verano la Guardia Civil la detuvo por acuchillar a dos personas en un supermercado de El Molar. Allí residía con su madre desde que salió de la cárcel en tercer grado en 2017 bajo control de la familia sustituyéndose así el régimen de internamiento por un tratamiento ambulatorio con custodia familiar.

De Mingo apuñaló a la cajera y luego se dirigió a una farmacia contigua donde hirió a su empleada. Dos policías locales consiguieron desarmarla y detenerla. Durante la investigación se supo que la exdoctora había tenido hace dos años un incidente por un descuento no aplicado en el mismo supermercado, según manifestó su hermano. La familia dijo estar sorprendida por la agresión múltiple al no haber detectado "una posible descompensación”.

Tras este último episodio violento, Noelia de Mingo, que padece esquizofrenia paranoide crónica, fue reingresada en la unidad de psiquiatría del centro penitenciario de Fontcalent, donde ya había estado previamente. Desde su ingreso la exdoctora se negó a ingerir alimentos, a hablar o colaborar. Los expertos del centro indicaron que mantuvo esa misma actitud cuando ingresó en 2003 tras el ataque en la Fundación Jiménez Díaz a personal médico. Ante su negativa a comer y tomar las pastillas pautadas, se le aplicó nutrición enteral por SNG y medicación psiquiátrica para tratarla.

Juicio al rey del cachopo

En los tribunales, un jurado popular declaró por unanimidad al empresario César Román, conocido como rey del cachopo, culpable de homicidio y profanación de cadáver por la muerte y descuartizamiento de su expareja, la hondureña Heidi Paz Bulnes.

La Audiencia Provincial lo condenó a 15 años de cárcel. Según la sentencia, el empresario ocasionó de forma intencionada la muerte de la joven la madrugada del 5 de agosto de 2018 en el piso que había alquilado en Vallecas. El torso de la mujer fue hallado ocho días después en una de las naves alquiladas por el acusado en el distrito de Usera. La principal prueba de cargo en el juicio fueron las huellas con AND del empresario localizadas en la maleta y en los botes de sosa cáustica empleados para rociar el cadáver. Pero Román ya había desaparecido. Tres meses después se le detuvo en Zaragoza donde se ocultaba como cocinero con una identidad falsa y conservaba en su poder el móvil de la víctima.

La estrategia de la defensa fue poner en duda que los restos pertenecieran a Heidi Paz y asegurar que estaba viva. Posteriormente se la vinculó con el narcotráfico. Tras la sentencia, el condenado impugnó el fallo de la Audiencia Provincial por la presunta vulneración de los derechos fundamentales de presunción de inocencia, igualdad de armas y derecho de defensa, entre otros. Tras el recurso de la defensa contra la condena, la Audiencia elevó la causa el TSJM. En diciembre, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid aplazaba la deliberación sobre el recurso a solicitud de su letrada de Román, Ana Isabel Peña, al no poder acudir a la vista por motivos de salud graves.

El Caníbal de Ventas, culpable

En el mes de junio, otro jurado popular declaraba por unanimidad a Alberto S.G., conocido como el 'caníbal de Ventas' culpable del homicidio de su madre y de profanar su cadáver, que desmembró con un serrucho ingiriendo parte de sus restos cadavéricos cocinados y crudos.

Aunque en el juicio quedó acreditado que Alberto sufre un trastorno de personalidad con rasgos antisociales, paranoides y narcisistas, los médicos forenses determinaron que no sufrió un brote psicótico. El joven era buen estudiante y consiguió una beca en 2016. Se fue de Erasmus a Grecia, pero tuvo que ser rescatado por su hermano tras sufrir varios episodios con paranoias. Ya en Madrid, tuvo al menos tres ingresos psiquiátricos. Se le recetó una pastilla diaria que en los meses previos al crimen dejó de tomar.

En la vista oral, el asesino llegó a afirmar que oía voces que le decían que matara a su madre. Declaró que tenía discusiones habituales con su madre al ser consumidor de drogas y ella alcohólica, una situación que se agravó a raíz de la muerte de su padre. Ante los médicos forenses, confesó que la mató porque le hacía la vida imposible y que comió sus restos para deshacerse del cuerpo y que no le pillaran. Sobre el crimen, manifestó que tenía lagunas sobre cómo lo hizo pero que ocurrió una mañana cuando su madre estaba haciéndole el desayuno.

En su veredicto, los miembros del jurado entendieron que no concurría ni una atenuante ni una eximente incompleta por enajenación mental. Finalmente, la condena impuesta fue de 15 años y cinco meses de prisión, la misma que solicitó la Fiscalía de Madrid en su informe final. En su última palabra el acusado pidió perdón y confesó: "Cada vez que pienso en mi madre se me cae el alma encima.

Prisión para el kamikaze de la M-50

Otro proceso judicial con enorme seguimiento e interés popular fue el que enjuició en septiembre a Kevin, el conocido como kamikaze de la M-50. Fue condenado a ocho años de cárcel por el homicidio de Víctor López, un joven de 20 años que la mañana del 15 de septiembre de 2018 se cruzó con el coche del acusado en dirección contraria cuando se dirigía a su trabajo en un hipermercado de San Fernando de Henares. Un jurado popular lo consideró culpable de homicidio doloso.

En la sentencia los magistrados condenaron al joven como autor de un delito de conducción con manifiesto desprecio por la vida de los demás y bajo la influencia de bebidas alcohólicas en concurso con un delito de homicidio doloso, con la atenuante de reparación del daño. Esta ha sido la primera sentencia en Madrid por dolo en relación a un delito contra la seguridad vial, y no por imprudencia como suele ser habitual.

El dolo eventual se apreció debido a que el conductor tuvo que haberse representado e imaginado que, al subirse a su coche con unas copas de más e ir en dirección contraria con exceso de velocidad, podría ocasionarle la muerte a alguien y, pese a prever ese posible resultado, mantuvo su acción.

En su última palabra, Kevin mostró su arrepentimiento por el "error" que cometió cuando decidió subirse a su coche con unas copas de más. Sobre el accidente, manifestó en su declaración que no recordaba nada, solo que tenía sueño y que quería volver a casa tras una noche de copas con amigos.

Semanas después de conocerse el veredicto y la pena, el padre de la víctima se suicidó. Francisco, al igual que su mujer, se encontraba en tratamiento psicológico por la pérdida de sus dos hijos. En 2018, tuvo que hacer frente a la muerte de su hijo mayor, Roberto, y un año después, perdió la vida Víctor en este accidente provocado. Tras un largo periodo atravesando una fuerte depresión, finalmente acabó con su vida ahorcándose en una cancha de baloncesto localizada en Rivas Vaciamadrid.

Dos atropellos evitables y un accidente fatal

Fue también noticia este 2021 un lamentable accidente que le costó la vida a una niña de 6 años e hirió de gravedad a otras dos de 10 y 12 años tras ser atropelladas por un vehículo a las puertas del colegio Fomento Montealto, en Mirasierra.

El suceso ocurrió a la salida de clase, en la calle de La Masó. La conductora del vehículo, un monovolumen automático, era una madre que acababa de recoger a sus hijos, alumnos del colegio, y se disponía a salir marcha atrás del estacionamiento, pero por error avanzó hacia adelante subiendo a la acera y arrollando a las tres niñas. Pocos días después del fatal accidente, los padres de la niña fallecida agradecieron en una carta pública las muestras de cariño recibidas. Este fatal accidente reavivó el debate de la seguridad en los entornos escolares.

Muy distinto fue el atropello que costó la vida a Claudia, una estudiante canaria de 20 años que volvía de madrugada a su alojamiento en el paseo de Juan XXIII. Después de apearse de un VTC, cruzaba la calle y un vehículo a toda velocidad la arrolló y se dio a la fuga. Según los testigos, en el coche iban cuatro jóvenes. Dos de ellos, con antecedentes por delitos de drogas, fueron localizados, detenidos e imputados por un posible delito de omisión de deber de socorro o incluso otro de encubrimiento.

En cuanto al conductor, fue identificado aunque se desconoce su paradero. Se trata de un ciudadano marroquí al que le constan episodios anteriores de robo con fuerza, hurtos, atentado a la autoridad y también detenciones por conducir borracho, algo similar a lo que pudo haber ocurrido aquella noche. También tenía pendiente una orden de entrada en prisión por un robo con fuerza. Descartada su salida del país, podría estar oculto en casa de algún pariente o conocido.

El vehículo del atropello, un Citroën C2 pequeño de color negro con los signos evidentes del accidente y sin seguro, apareció aparcado en la Ronda Sur de Puente de Vallecas, a 150 metros del domicilio de su dueño, un joven español de 19 años también con antecedentes que negó haber participado en los hechos. Quedó en libertad con cargos tras el primer interrogatorio en el que aseguró que además de prestarle el coche a este amigo, le dejó el teléfono móvil.

Los investigadores interrogaron también al conductor del VTC que dejó un minuto antes a la fallecida al lado de su casa. El chófer les dijo que no había visto nada, pero al parecer habría pruebas y testimonios que certifican que mintió y que abandonó la zona pese a observar el violento atropello. Por ello quedó acusado de un delito de omisión del deber de socorro a la espera de juicio.

Otro accidente fatal fue el que acabó con la vida de un menor de 14 años la noche de mayo en la que los aficionados del Atlético de Madrid celebraban el título de su equipo. El niño viajaba en un vehículo junto a su familia y amigos, con parte del cuerpo asomado por la ventanilla cuando al entrar en el aparcamiento subterráneo de Santa Ana recibió un golpe en la cabeza contra un muro. Como consecuencia del impacto, el menor sufrió un traumatismo craneoencefálico severo y entró en parada cardiorrespiratoria que los equipos de emergencias no pudieron revertir.

Asesinato de ‘Little Kinki’

Un crimen que conmocionó a todos fue el asesinato a puñaladas de Isaac, un rapero de 18 años conocido como ‘Little Kinki’ y con síndrome de Asperger. Ocurrió el 15 de julio. El joven caminaba por el túnel de la calle Comercio de Madrid hablando por teléfono con un amigo con el que había quedado en la salida de la estación Metro de Méndez Álvaro para grabar un videoclip. Según el testimonio de su interlocutor, Isaac le advirtió que le estaban persiguiendo cuatro personas y que eran violentas.

En un momento dado el amigo oyó al rapero pedirle a alguien que no le hiciera daño, luego un golpe seco y mucho ruido. Le habían asestado cuatro puñaladas por la espalda, dos de ellas mortales. Los autores huyeron en patinetes eléctricos.

En noviembre, la Policía Nacional detenía a cuatro personas, tres de ellas menores de edad, como supuestos autores del crimen. Uno era sudamericano y los otros tres españoles, dos de ellos de origen latino y relacionados con bandas juveniles. No fue un crimen al azar. Al parecer, sus asesinos conocían a Isaac previamente por su música en las redes sociales y le invitaron a colaborar con la banda, algo a lo que se negó, motivo por el que podrían haberle matado.

De hecho, ya había sido víctima de una agresión y amenazas verbales de estos pandilleros en abril en Legazpi. Además, la madre del fallecido, Nines, y algunos de sus amigos comunicaron de la Policía Nacional en agosto que estaban siendo víctimas de amenazas veladas y seguimientos por parte de jóvenes sospechosos de estar relacionados con el crimen para que no les delataran.

No es el único incidente en que se han visto implicados miembros de bandas. En mayo dos menores resultaban heridos a machetazos en una reyerta en Villaverde. En otro incidente de este tipo, un joven de 19 años sufrió la semiamputación de su mano en Carabanchel. Puente de Vallecas fue escenario de una riña tumultuaria con cuatro heridos y 11 detenidos. Y en abril, dos grupos latinos protagonizaron una pelea en plena calle de Ciudad Lineal que acabó con tiroteo, por mencionar solo algunos de estos sucesos con bandas que fueron noticia en 2021.

Hasta octubre la Policía Nacional detuvo a 216 pandilleros y tenía fichados a 400 activos en la región, según la Delegación del Gobierno en Madrid. Este Cuerpo aclaraba que tanto los arrestos como su actividad ha bajado en los últimos tres años y considera que no hay datos objetivos que indiquen un aumento de la actividad de estas bandas, "sino todo lo contrario".

Falsa homofobia

En medio de una debate social sobre la homofobia y las agresiones a personas del colectivo LGTBI, un tribunal imponía una multa de 480 euros al joven de 20 años que en septiembre denunció haber sufrido una falsa agresión homófoba en el barrio de Malasaña, un caso que provocó manifestaciones y reacciones políticas.

El joven había denunciado ante la Policía el pasado 5 de septiembre que ocho encapuchados le habían tatuado en los glúteos la palabra 'maricón' con una navaja. El caso levantó una oleada de protestas por la inseguridad del colectivo LGTBi.

La investigación dio un giro por completo después de que la supuesta víctima confesara a la Policía que había mentido. Lo hizo para ocultarle a su pareja que las laceraciones que tenía en el glúteo fueron fruto de una práctica masoquista consentida con otros dos hombres. Tras reconocer los hechos, el juez acordó transformar las diligencias en un juicio por un delito leve y fue condenado a una multa diaria de 4 euros durante cuatro meses.

Otra denuncia similar que también resultó falsa fue la de una joven de 24 años que aseguró haber sufrido una agresión homófoba en la plaza de Chueca el pasado día 10 de diciembre. La joven presentó una denuncia en la comisaría de Arganzuela contando que un hombre la empujó por detrás y la lanzó contra un árbol, provocándole una lesión en el ojo. Además de proferir insultos sobre su orientación sexual, dijo que le había propinado varias patadas cuando ya se encontraba en el suelo y le había sustraído el teléfono móvil.

Tras las averiguaciones pertinentes, la chica denunciante acabó confesando a los agentes que todo este relato era falso. La Policía la detuvo por simulación de delito tras confesar la mentira y quedó en libertad a la espera de juicio.

Macrobotellones con incidentes

Con el comienzo del curso, los botellones organizados por redes sociales se trasladaron a la zona universitaria. El más multitudinario congregó a cerca de 25.000 personas entre las facultades de Filosofía y Derecho. El evento pilló por sorpresa a la Policía Municipal que no contaba con un operativo preparado para disolver tal cantidad de personas. Así que los agentes presentes en la zona únicamente pudieron realizar labores de vigilancia y control para evitar incidentes graves, sobre todo en los viales y en el entorno del Metro. La ausencia de medios de transporte de madrugada en la zona dilató el desalojo.

El fin de semana siguiente la policía blindó las zonas donde se podían celebrar los macrobotellones en Ciudad Universitaria y Moncloa para evitar un episodio similar. Las medidas y el mal tiempo evitaron que se repitiera. Sin embargo, las reuniones de jóvenes para beber en la calle se han seguido desarrollando y en ocasiones han derivado en altercados.

En octubre la Policía Municipal tuvo que desalojar de madrugada un nuevo macrobotellón que se celebraba en el Parque del Oeste. El balance de los disturbios se saldó con tres heridos por arma blanca, diez personas atendidas por intoxicaciones etílicas y una veintena de lesiones traumáticas. El desalojo de los asistentes registró momentos de tensión en el entorno de Ferraz y Pintor Rosales, donde hubo lanzamientos de botellas y otros materiales que provocaron la rotura de lunas de vehículos.

La Policía Municipal destacó que la mayoría de jóvenes abandonaron la zona de forma pacífica, pero "la presencia de grupos organizados, y en algunos casos violentos, provocó momentos de tensión en el entorno de la calle Ferraz".

Operaciones policiales

Una de las últimas grandes operaciones policiales que nos ha dejado 2021 ha recibido el nombre de ‘Intruso’. 22 personas fueron detenidas, 237 identificadas y medio millón de objetos y artículos de todo tipo requisados en una macrorredada en comercios asiáticos en Madrid, que ha afectado a 45 de ellos.

Por otro lado, la Policía Nacional, junto con el apoyo de la Policía Municipal de Coslada, desarrolló en noviembre un amplio dispositivo contra el fraude eléctrico en la Cañada Real. El operativo, desarrollado en el Sector 1 de esta zona, finalizó con el corte de suministro de 31 viviendas y con 10 denuncias interpuestas por parte de los agentes.

También se han producido redadas contra la explotación laboral. Agentes de la Policía Nacional realizaron doce detenciones en un operativo centrado en la Plaza Elíptica en el que se identificó a 209 personas y se inspeccionaron doce centros de trabajo de la capital y la región. Forma parte de un plan para localizar puntos negros de explotación laboral y contratación irregular de trabajadores en Madrid.

También fue desarticulada una organización criminal especializada en el cultivo de marihuana y en el posterior blanqueo de los beneficios obtenidos mediante el cobro de apuestas deportivas en salones de juego, adquisición de inmuebles y vehículos de alta gama. En total, fueron detenidas 23 personas en Toledo y Madrid por delitos de pertenencia a organización criminal, contra la salud pública, blanqueo de capitales, tenencia ilícita de armas y revelación de secretos.

Todo un zoo de animales disecados es lo que se encontraron agentes de la Policía Nacional en una casa de La Moraleja propiedad de Marcial Gómez Sequeira, expresidente de Sanitas. Los agentes intervinieron 49 especímenes naturalizados, como osos, linces, leopardos, lobos, cocodrilos y primates, así como colmillos de elefante y de hipopótamo, cuernos de rinoceronte y 132 piezas de marfil.

Volcán de La Palma

Todo parece indicar que el agotamiento del volcán Cumbre Vieja en La Palma es un hecho, de modo que habrá estado más de tres meses activo. Entró en erupción a primera hora de la tarde del domingo 19 de septiembre. Desde una semana antes se habían registrado miles de terremotos de baja intensidad, y el último de ellos, se produjo ese domingo, un seísmo de 3,8 grados de magnitud. Desde entonces y durante ese trimestre, los seísmos han sido constantes, igual que el rugir del volcán expulsando la lava.

La erupción ha dejado impactantes imágenes. El volcán se convirtió en un punto de atracción para muchos, como la propia ministra de Industria y Turismo, Reyes Maroto, que llegó a calificarlo de "espectáculo maravilloso de la naturaleza" y "reclamo" turístico. Ante el aluvión de críticas recibidas, se vio obligó a matizar sus palabras y a remarcar que lo más urgente era “recuperar cuanto antes la normalidad", para luego situar otra vez a La Palma como un enclave turístico.

La catástrofe ha despertado la solidaridad a lo largo y ancho del país y del mundo. Una muestra fue la iniciativa del colectivo 'Palmeros en Madrid', jóvenes canarios que se encuentran en la región desarrollando sus estudios universitarios, que iniciaron una recogida de enseres para los afectados por el volcán en La Palma. La respuesta fue tan abrumadora que se vieron desbordados y tuvieron que paralizar los puntos de donación .

Desde que comenzó la erupción, la lava ha cubierto más de 1.200 hectáreas y devorado alrededor de 3.000 edificaciones. Unas 6.000 personas han tenido que ser evacuadas y de ellas cerca de 600 lo han perdido todo, así que están alojadas en hoteles. Hasta noviembre, el volcán de La Palma había provocado daños por valor de más de 900 millones de euros.