El
libro de contabilidad o
libro mayor del Campus de la Justicia apareció finalmente ayer lunes
en unos archivos volcados dentro de una aplicación del
ordenador de la empresa externa que llevaba la
contabilidad de dicho proyecto urbanístico, ha confirmado un portavoz del Gobierno regional.
Fue el diputado y portavoz de la comisión de la Deuda de la Asamblea de Madrid,
Eduardo Gutiérrez, del que solicitó ya hace unos meses esta documentación. Entonces la Comunidad comenzó la búsqueda de esta cuentas hasta que localizó los archivos del ordenador de la empresa que lo llevaba. Sin embargo,
no llegó a encontrarlo en un primer momento y respondió al parlamentario de Podemos el 31 de enero informándole de que aún seguían investigando.
El problema es que el libro mayor no aparecía como tal, sino estaba
dividido en extractos parcelados y con otro nombre, hasta que analizándolos uno a uno determinaron finalmente su contenido. Así, ayer informaron del hallazgo a los portavoces parlamentarios y hoy martes se los enviaron a Eduardo Gutiérrez.
Según han explicado fuentes de la Consejería de Presidencia y Justicia, el libro mayor se considera
documentación de carácter auxiliar y no es obligatorio su custodia por parte de la Comunidad, según el Código de Comercio. Lo que sí es obligatorio es el almacenamiento de los libros diarios.
En la rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces, la portavoz de Podemos,
Lorena Ruiz-Huerta, ha manifestado que le resulta "sorprendente el efecto que produce que los tres grupos parlamentarios hayan preguntado" al respecto de este libro y que el Gobierno regional "se ha tenido que poner las pilas" y dicha documentación ha aparecido finalmente.
No obstante, ha asegurado que mantendrá su pregunta en el
Pleno de la Asamblea del jueves. "Nosotros, aunque el libro ha aparecido, vamos a mantener la pregunta".
Por su parte, el portavoz del PSOE en la Asamblea,
Ángel Gabilondo, ha asegurado que este caso es un ejemplo más de que en la Comunidad "se aplica el principio de jueves milagro de Berlanga" que, según ha explicado, consiste en que si los grupos parlamentarios plantean una pregunta a Pleno antes de dicho Pleno aparecen ya las respuestas, los libros, etcétera. "Vamos a ver qué pasa por el libro. Nosotros no lo pedimos por curiosidad, sino para saber qué pasó con dichas cuentas", ha indicado.