La Comunidad de Madrid ha reclamado 34 millones de euros a la empresa OHL, encargada de construir el tren a Navalcarnero, como penalización por no ejecutar las obras en plazo, según ha anunciado el portavoz del Gobierno regional, Ángel Garrido.
OHL paralizó las obras del tren entre Móstoles y Navalcarnero en 2010 de forma "unilateral", según ha recordado el portavoz del Gobierno regional. Con la llegada del nuevo Gobierno regional, el consejero de Transportes, Pedro Rollán, anunció que el tema no iba a quedar paralizado y ahora la Comunidad ha reclamado 34 millones, que era el límite máximo según los pliegos de condiciones por la paralización de las obras. "La empresa podrá recurrir", ha añadido Garrido.
No obstante, con esta penalización "no se da por zanjado el tema", según una portavoz de la Consejería de Transportes. "Hay un plazo de 16 meses todavía para que puedan finalizar los trabajos", han indicado las mismas fuentes. Madrid continúa insistiendo así en el proyecto mientras que OHL ha reclamado una indemnización de 369,5 millones de euros al Gobierno regional por la inversión y daños y perjuicios tras solicitar la resolución del contrato el año pasado.
Por su parte, OHL ha asegurado este martes en un comunicado que "no ha tomado decisiones unilaterales injustificadas en ningún momento" y que "todas sus decisiones en relación con el desarrollo de la concesión del tren Móstoles-Navalcarnero han estado motivadas por la pasividad del PP y del Ejecutivo madrileño, cuya actitud ha condenado a los vecinos de la zona sin el tren entre Móstoles y Navalcarnero". Además, ha defendido que "ha habido un incumplimiento culpable de la Comunidad de Madrid, según se pone de manifiesto en el contencioso administrativo interpuesto por esta empresa ante la Comunidad al plantear la resolución del contrato de concesión". OHL también ha recurrido la multa impuesta por la Comunidad al considerarla "arbitraria".
OHL ha explicado que ha invertido 165 millones de euros en las obras con recursos propios sin que la Administración madrileña haya aportado los 50 millones de euros comprometidos en el contrato de concesión, ni ha cumplido con el compromiso de modificar el contrato de riesgo-tráfico a disponibilidad. Ante esta situación y la grave crisis financiera e inmobiliaria, OHL se vio obligada en julio de 2010 a solicitar al Gobierno de la Comunidad, presidido entonces por Esperanza Aguirre, la resolución del contrato por incumplimiento culpable de la Administración. En 2011, la Comunidad solicitó a OHL retirar su petición de resolución de contrato, comprometiéndose a buscar una solución al problema. OHL accedió a retirar la petición de resolución y planteó diversas propuestas durante la legislatura de Ignacio González para desbloquear la situación, sin que el Gobierno de Madrid valorara ni secundara ninguna de ellas.
El proyecto comenzó en 2008 y pretendía unir Navalcarnero, Arroyomolinos y Móstoles con la red de Cercanías en 2011 a través de 15 kilómetros de tren, tres túneles y un viaducto.
La tuneladora comenzó a trabajar en 2009, pero en 2010 se paralizó la obra por una caída en la población prevista en la zona a causa de la crisis económica y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, según el argumento dado por la empresa contratista.