La autorización para la asamblea de los socialistas mostoleños llega después de que el domingo se cerrase el plazo para la conformación de los equipos de representación de cada agrupación. Resulta que los estatutos del PSOE establecen que
las reuniones previas a un congreso deben haber completado sus plazos cinco días antes de su celebración. De esta manera, da tiempo a que los delegados que quieran presentarse al congreso propongan sus enmiendas a la ponencia marco y reciban los votos correspondientes para convertirse en representantes de su formación. Ferraz planteó esta línea cuando hizo pública la metodología de formación del censo de militantes el 26 de noviembre de 2011.
La agrupación socialista de Móstoles lleva desmantelada desde hace casi cuatro años, por orden del secretario general del PSM Tomás Gómez, a raíz de los enfrentamientos intestinos que había entre las facciones de la formación. Formalmente, no podrían tener derecho a representación en el congreso porque sus militantes "no tienen derechos políticos", según el PSM. Sin embargo, Ferraz ha querido hacer con ellos
una excepción. Así, los 273 socialistas de la agrupación de Móstoles podrían llevar al 'congresillo' del PSM de este domingo, previo al congreso federal del PSOE, sus 14 delegados. De esta manera, optarían a ocupar alguno de los puestos de representación de la comitiva madrileña en la cumbre nacional del partido.
La decisión del PSOE no ha sentado bien en el PSM, donde se considera que se están vulnerando los estatutos. Estiman que
la formación no va a poder cumplir con los trámites en plazo. "No se pueden cambiar las reglas cuando a uno no le gusta lo que han opinado militantes del PSM", aseveraba Tomás Gómez este miércoles por la mañana. "No obstante -agregó-, somos respetuosos y cumplimos escrupulosamente aquello que se marca desde Ferraz, aunque entendamos que, en este se vulnera la neutralidad que debería tener la organización".
Un conflicto larvado
Las palabras de Gómez pueden interpretarse como
un nuevo pulso a la federación estatal. La jugada de Ferraz podría estar buscando ganar votos para Alfredo Pérez Rubalcaba en un PSM en el que Gómez, partidario de Carme Chacón, tiene el control de la mayoría. Si todas las agrupaciones han cumplido, el PSM no quiere permitir privilegios de última hora. Se trata del resurgimiento del conflicto larvado entre los socialistas de Madrid y la federación estatal, después de que Gómez ganase las primarias de Madrid a Trinidad Jiménez.
Móstoles se volcó del lado de la exministra de Asuntos Exteriores, ante el veto de Gómez a reconstruir la agrupación, y al secretario general de Madrid no se le ha olvidado. Ahora, con las normas en la mano, quiere recoger el guante, lo que supondría dejar a los socialistas mostoleños en el limbo.
El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Móstoles, David Lucas, colaborador de Gómez hasta que éste ofreció su cabeza política en bandeja a Ferraz para mantenerse en el puesto, ha tratado de mediar. "Desde el Grupo se lleva trabajando mucho tiempo por
conseguir la normalización de la agrupación socialista y en este momento se dan las condiciones necesarias. Es positivo que se articulen mecanismos en esta línea, aunque no sé si van a poder ponerse al corriente de las cuotas antes del viernes, si les va a llegar a todos la comunicación para participar en un proceso de elección o si da tiempo a configurar candidaturas", dijo. Como bien dice el edil mostoleño, la agrupación participa en una carrera contra el tiempo. Lo que no dice es que también lo hace contra la estructura del PSM, soberano en los asuntos de la región. Aún así, en la agrupación no pierden la esperanza. Igual que Gómez venció a Zapatero, ellos pueden hacer lo mismo con él.