La Guardia Civil ha procedido, en el transcurso de la operación Saga, a la detención del presidente de la SGAE, Teddy Bautista, y de otras ocho personas como presuntos autores de delitos societarios y de apropiación indebida. Entre los detenidos se encuentra José Luís Rodríguez Neri, director general de la Sociedad Digital de Autores, y Editores (SDAE) y otros directivos y familiares relacionados con las entidades.
Nueve horas después de que comenzara el registro en la SGAE se hacía pública la detención de Bautista y Neri. Junto a ellos también han sido detenidos el director General de la SGAE,
Enrique Loras y el director Económico y Financiero de esta entidad,
Ricardo Azcoaga, así como la mujer y la cuñada de Rodríguez Neri,
Maria Antonia García y
Elena Vázquez, respectivamente. Los otros tres detenidos son
Rafael Ramos, socio director de Microgénesis, y
Elena García Pombo y
Celedonio Martín, relacionados ambos con esta empresa supuestamente implicada en la trama, en la que una estructura societaria paralela habría servido para desviar fondos de la SGAE. A todos ellos se les acusa de haber cometido delitos societarios y de apropiación indebida.

Bautista, Rodríguez Neri, Loras y Azcoaga
han estado presentes en el registro que durante todo el día de hoy se ha llevado a cabo en el palacio de Longoria, sede central de la SGAE, en la calle Fernando VI. Las fuerzas de seguridad también habrían recibido del juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz,
siete órdenes de registro en los domicilios de algunos de los detenidos, así como de la SDAE.
Gran operación
En la operación están participando
más de 50 agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, así como personal de la Agencia Tributaria y de la Intervención General del Estado adscritos a la Fiscalía Especial Anticorrupción.

La actuación de la Guarcia Civil comenzó poco antes de las once de la mañana cuando agentes del Instituto Armado accedieron a la sede de la SGAE con una orden de registro. Tras dejar marchar a unos alumnos que asistían a un curso, comenzaron a inspeccionar
ordenadores y facturas. Buscaban documentación para clarificar si los detenidos pusieron en marcha en su día una trama societaria
para desviar fondos en perjuicio de la propia entidad y de sus socios.

La investigación tiene su origen en las diligencias abiertas en noviembre de 2007 cuando la Asociación de Internautas, la Asociación de Usuarios de Internet, la Asociación Española de Pequeñas y Medianas Empresas de Informática y Nuevas Tecnologías (APEMIT) y la Asociación Española de Hosteleros Víctimas del Canon (VACHE) denunciaron ante la Fiscalía Anticorrupción que algunos directivos de la SGAE podrían haber formado una trama societaria de empresas filiales en torno a la
Sociedad Digital de Autores y Editores (SDAE) para invertir, en su favor, las cantidades recaudadas en concepto de gestión de derechos de autor.
Según las asociaciones denunciantes, la entidad incumplía, de esta forma, "el mandato legal que le exige que el reparto de los derechos recaudados se efectúe equitativamente entre los titulares de las obras o producciones utilizadas, pues supuestamente se estaría destinando dicha recaudación a mantener empresas privadas, que lo son de sus socios y que además envuelven un ánimo de lucro prohibido expresamente por ley". La denuncia se basaba en la aparición en varios medios de comunicación de varias "supuestas ilicitudes cometidas en la gestión económica de los recursos de la SGAE".

La Fiscalía Anticorrución trasladó en marzo de 2010 la denuncia al Juzgado Central, cuyo titular era entonces
Baltasar Garzón. A partir de eso momento, Anticorrupción y la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil comenzaron una operación que, de momento, se ha sustanciado en las nueve primeras detenciones tras el registro de la SGAE.
Un largo registro
La atención estuvo centrada todo el día en la sede de la SGAE, cerrada a cal y canto durante el registro que la Guardia Civil. Varios vehículos de la Benemérita se situaron en la confluencia de las calles Fernando VI y Pelayo y numerosos periodistas se congregaron a las puertas del emblemático edificio.

A lo largo de la mañana, algunos trabajadores fueron autorizados a abandonar la sede. Asimismo se ordenó a los directivos que no podían usar su movil personal. Pasadas las 15.00 horas, la Guardia Civil permitió la entrada de comida para los trabajadores que permanecen en el edificio. En el exterior, y además de numerosos periodistas, se congregó durante la mañana un pequeño grupo de miembros del 15-M que coreó lemas como "No hay pan para tanto chorizo", "Teddy, al final te llega tu sanmartín" o "Ladrones".
También a lo largo del día se conoció que el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional había decidido el
embargo y bloqueo de varias cuentas bancarias relacionadas con la investigación puesta en marcha para determinar si han cometido delitos societarios y contra el patrimonio.