La Consejería de Medio Ambiente ha sacado adelante esta legislatura alguno de los planes que tenía pendientes como la ordenación de la sierra de Guadarrama, pero le queda mucho trabajo por hacer en conservación del naturaleza. Madridiario analiza los avances y los problemas medioambientales de la Comunidad de Madrid.
La gestión de los espacios naturales y la biodiversidad es una de las principales competencias de las comunidades autónomas en materia de medio ambiente. En este aspecto Madrid ha sacado adelante los dos documentos de gestión de mayor envergadura y que más retraso presentaban: el plan de ordenación de recursos naturales (PORN) de
la sierra de Guadarrama y el plan regulador de uso y gestión (PRUG) del
Parque Regional del Sureste. Ambos han tardado casi un década en ser aprobados.

Fue con la entrada de
Ana Isabel Mariño en la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, en sustitución de
Beatriz Elorriaga, cuando empezaron a ver la luz algunas normativas pendientes desde hacía tiempo. Otra cosa es que hayan gustado más o menos, pues ninguno de los dos planes ha cosechado el apoyo de la oposición y las asociaciones ecologistas.
El PORN de Guadarrama
recibió críticas por reducir la protección de algunos ámbitos y por permitir el desarrollo urbanístico en el piedemonte, que hace de zona de transición. De este plan de ordenación también surgió la propuesta de la Comunidad para crear un parque nacional, junto a Castilla y León, en las
cumbres de Guadarrama. Debido a la delimitación propuesta, que llega a estrecharse considerablemente en algunos puntos, hay dudas sobre si el Gobierno central y las Cortes le darán el visto bueno. En cualquier caso, la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, dejó claro que
esperaría al próximo Gobierno, previsiblemente del PP, en caso de no lograr la declaración de parque nacional. El PRUG del Parque Regional del Sureste también fue contestado por
permitir instalaciones como campos de golf. Ambos planes han sido denunciados por Ecologistas en Acción y en este momento están siendo estudiados por los tribunales.
El Gobierno regional ha apostado por mezclar el golf y el medio ambiente no solo en el caso del Parque Regional del Sureste, sino también en otros espacios naturales. Así ha sucedido con Naturalcalá, que reúne educación ambiental,
complejos deportivos y la
investigación que ya venía realizando el IMIDRA. La polémica también ha surgido con el campo de golf, con declaración de impacto ambiental positiva, que se construirá en zona protegida de Tres Cantos si la localidad es elegida para albergar la
Ryder Cup. Además, la Consejería ha presentado un proyecto para impulsar la creación de reservas de biodiversidad en los campos de golf.
Biodiversidad
Madrid también
tenía que aprobar los
planes de gestión de las siete zonas de especial protección para las aves (ZEPA) que hay en Madrid y otros siete lugares de interés comunitarios (LIC) de la región tendrían que haber sido convertidos en zonas de especial protección antes de 2010. De todos ellos, tan solo el LIC
Cuencas de los ríos Alberche y Cofio se ha convertido en zona de especial protección y se está tramitando el plan de la
ZEPA de la estepa cerealista de los ríos Jarama y Henares. En ambos casos se ha criticado que faltan unos objetivos de conservación claros y el primero ha sido recurrido en los juzgados. Hay que señalar que el Gobierno central también va retrasado en este aspecto, pues se comprometió a publicar una guía para su realización, que todavía no ha salido.

Otro aspecto en el que la Comunidad va atrasada es en la
elaboración de los planes de recuperación de especies amenazadas, que deberían estar listos desde el año pasado. Madrid es una de las pocas comunidades autónomas que aún no han desarrollado ninguno. Por su parte, el Gobierno regional recuerda de vez en cuando que hay más parejas de águila imperial o de buitre negro en la región que hace unos años, pero se echa en falta un seguimiento de la
evaluación de todas las especies amenazadas, según las organizaciones conservacionistas, que denuncian que otras están en declive, como el milano real.
La región tiene todavía otra normativa pendiente, que además estaba comprometida en el programa electoral con el que el PP ganó las elecciones. Se trata de la ley de caza. A falta de una propia, en Madrid se sigue aplicando la de los años setenta y como sus multas no están actualizadas, por ejemplo,
una persona que cace ilegalmente un corzo puede ser sancionada solo con 12 euros. Madrid también
carece de ley de pesca propia y se rige todavía por la de los años cuarenta.
Calidad del aire
Otro de los aspectos en los que la Comunidad de Madrid tendría difícil aprobar es en la calidad del aire. Estos años se han superado los niveles de dióxido de nitrógeno y partículas en suspensión. Pese a los incumplimientos, en 2010 y
2009 los datos han sido mejores que en años anteriores, una situación que puede deberse a la reducción del uso del vehículo privado por la crisis, a que han sido años con más precipitaciones de lo habitual y al Plan Azul, con el que el Gobierno regional se propuso reducir la contaminación entre 2006 y 2012. Según los cálculos de la Consejería de Medio Ambiente, este plan -que englobaba medidas como impartir cursos de conducción ecológica o las subvenciones para la sustitución de
calderas por otras menos contaminantes- se ha ejecutado en un 80 por ciento.
En estos momentos, la Comunidad estudia si solicita la moratoria en la aplicación de la normativa europea de calidad del aire, al incumplir en 2010 los límites permitidos en dióxido de nitrógeno en dos de sus 23 estaciones de medición de la contaminación, situadas en
Coslada y Leganés. No obstante, el vicepresidente de la Comunidad, Ignacio González, trató de quitarle hierro al asunto al decir que la contaminación es "no tiene otra consideración que el tratamiento técnico a una cuestión que se produce por fenómenos naturales". El Ayuntamiento de Madrid, por su parte, ya ha anunciado que
sí la solicitará, pues ha sobrepasado los límites permitidos. El ozono troposférico, también conocido como ozono 'malo', sigue dando
problemas algunos veranos, como el pasado, en zonas alejadas del tráfico de las ciudades, aunque a causa de este.
Más agua
Quizás las infraestructuras más importantes en cuanto a medio ambiente han sido las relacionadas con el agua que ha ejecutado el Canal de Isabel II. Buena parte de estas infraestructuras eran promesas electorales del PP madrileño. De entre todas destaca la 'M-50 del agua' que comprende la construcción de 104 kilómetros de tuberías para el suministro de nuevos desarrollos urbanísticos de la región, con un presupuesto de 430 millones de euros, de los que el Canal aporta 350. En la actualidad, cuatro de los seis tramos de la obra están finalizados.
Esta legislatura también se ha inaugurado la
Estación de Tratamiento de Agua Potable del Tajo y de Griñón y se han ampliado otras dos instalaciones similares. Además, ha abierto la
Estación Depuradora de la Cuenca Baja de Arroyo Culebro, la de la Reguera en Móstoles y otras en Torrejón de Ardoz, Aranjuez y Meco, según el Canal de Isabel II. En estas obras la empresa pública suele contar con la participación del Ministerio de Medio Ambiente para su ejecución.

En el programa electoral del PP también se recogía que el Gobierno regional iba a reclamar al Ministerio de Medio Ambiente 400 hectómetros más de agua. En estos momentos, se está elaborando el Plan Hidrológico de la Cuenca del Tajo, que regulará este aspecto, pero a Madrid ya tiene garantizados 176 hectómetros más. La obtención de más agua para cubrir las necesidades de abastecimiento de la futura población de Madrid también pasan, según el Gobierno regional, por la construcción de
dos nuevas presas. Para su realización, y para cumplir con las exigencias europeas en materia de depuración de aguas residuales, el Ejecutivo regional anunció que va a
privatizar el 49 por ciento del Canal de Isabel II, vendiendo las acciones y cotizando en Bolsa.
La decisión de capitalizar el Canal fue muy
criticada por la oposición y los municipios gobernados por el PSOE, las organizaciones sociales e incluso por algunos ayuntamientos del PP como el de Madrid capital, si bien finalmente el Ayuntamiento
ha dado su apoyo. La privatización todavía no ha salido adelante, pero se han hecho unos estudios de viabilidad que no se han dado a conocer.
Patrimonio verde
Las promesas sobre plantaciones de árboles y creación de zonas verdes siempre son las más lucidas. En 2007 el compromiso fue repoblar 15.000 hectáreas y plantar
15 millones de árboles, pero según los datos aportados por la Consejería de Medio Ambiente se han plantado 12'5 millones árboles en los últimos ocho años, es decir, que en dos legislaturas no se han llegado a plantar los prometidos en una. Más allá de la cantidad también importa la calidad de las reforestaciones. El plan madrileño había sembrado dudas en algunos sectores sobre la idoneidad de las especies elegidas.
La mayor zona verde en la que la Comunidad ha trabajado esta legislatura ha sido
Bosquesur, que cuenta finalmente con 561 hectáreas. En cambio, no se ha creado el parque que se iba a construir sobre los terrenos del aeródromo de Cuatro Vientos cuando sus servicios se trasladaran al futuro aeropuerto de El Álamo. En los últimos ocho años también se han habilitado zonas verdes sobre 78 vertederos ilegales.
Sin carriles bici
En cuanto a movilidad, esta legislatura ha estado marcada por la batalla judicial entre la Comunidad de Madrid y Ecologistas en Acción sobre las obras de duplicación de la M-501 que se ejecutaron sin declaración de impacto ambiental. En los tribunales
ganaron los ecologistas, pero en la práctica la carretera sigue funcionando con normalidad.
Los proyectos para ampliar el transporte público se han visto afectados por la crisis y finalmente no se han llegado abrir ni diez kilómetros de líneas de Metro en los últimos cuatro años. Por su parte, Renfe apenas ha empezado a poner en marcha su plan de Cercanías para Madrid. Mención aparte merece el Plan Ciclista de la Comunidad, que comprendía la construcción de 1.400 kilómetros de carril bici. Fue presentado poco antes de la anteriores elecciones, pero cuatro años después no se ha materializado
ninguno de los tramos previstos.
Promesas
Entre las catorce promesas del apartado de Medio Ambiente del programa electoral del PP de la Comunidad de Madrid aparecen algunas de las que poco o nada se ha vuelto a saber, como la creación de sendas peatonales que comuniquen la capital con la sierra (Senda del Agua), la instalación de tecnología LED en los semáforos de las carreteras madrileñas o la creación de una ley del ciclo integral del agua.
En cambio, han surgido otros proyectos como la creación del centro de recuperación de fauna de
Soto de Viñuelas -con el que la Comunidad recupera el protagonismo que hasta ahora tenían las asociaciones sin ánimo de lucro-, la apertura de la
escuela de pesca o la
recuperación del puerto de Navacerrada, cuyo proyecto fue cambiado por Aguirre minutos antes de su presentación.