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Un grupo de internos de la prisión Alcalá-Meco participa en un curso de terapia emocional con caballos

El hombre que doma a los caballos con la voz

El hombre que doma a los caballos con la voz

lunes 24 de mayo de 2010, 00:00h
Presos del centro penitenciario Alcalá-Meco salieron de su celda para participar en la terapia emocional con caballos que imparte Fernando Noailles, uno de los pocos susurradores de equinos que existen en el mundo.
No es un día cualquiera para este grupo de reclusos del centro penitenciario Alcalá-Meco. Por unas horas han abandonado la rutina del encierro diario y han vivido la experiencia de amansar caballos a través de técnicas de relajación indígenas.

A media mañana, abandonaban sus celdas para desplazarse a una finca en La Cabrera. Allí les esperaba el experto argentino en doma de caballos, Fernando Noailles, más conocido como el susurrador de caballos, dispuesto a enseñarles los secretos milenarios de su especialidad: el amaestramiento de los animales sin violencia, sólo a través de caricias y susurros.

Antes de comenzar lo que se convertiría en una de las vivencias más emocionantes para estos reclusos, se mostraban expectantes respecto a lo que podría hacer con los caballos la maestría de Fernando. El domador, ante la mirada atónita de los asistentes, comenzó la clase práctica con una demostración de lo que se puede conseguir con la relajación y el control de las emociones. Tras susurrarle y acariciar el hocico al caballo, procedió a atarle en el centro del recinto y le ayudó a tumbarse en el suelo explicando que "la relajación del caballo depende de lo que sintamos dentro".

Uno a uno, los internos fueron pasando por las manos del domador, quien les tranquilizaba cogiéndoles las manos y les pedía que se relajaran y aflojaran el cuello y los hombros. Tras este primer acercamiento, posaron sus manos sobre el equino, para después prácticamente tumbarse sobre el vientre del animal. En esta posición aguataron unos minutos, escuchando la respiración tranquila del caballo. Finalmente se cumplió el reto de que hombre y animal conectaran.

Como explica el domador argentino, "el curso se basa en tratar con caballos, pero no imponiendo el lenguaje humano sino redescubriendo su propio lenguaje, rescatando los valores con los que nacemos y vamos perdiendo. Aprendemos a sentir y entablamos una relación entre el animal y el hombre, basada en la energía y en los gestos.

La experiencia de trabajar con presos la define Fernando "como emocionante y satisfactoria. Alcanzan un conocimiento profundo de los valores que intento rescatar. Entienden que el estado de ánimo está dentro de uno, una forma de descubrir el interior de las personas". Los internos se quedaron con ganas de seguir experiementando la sensación de bienestar y tranquilidad conseguidas.

El lenguaje de los caballos

Fernando Noailles es uno de los pocos susurradores que existen en el mundo.Desde muy temprana edad Fernando sintió una gran pasión por el misterio que encierra la comunicación y el comportamiento del caballo. Experto en el control y gestión de las emociones, aprendió de los indios un lenguaje milenario para comunicarse con los equinos y sustituyó el látigo por los susurros.

En el año 2000 llegó a España y poco a poco se ha hecho un nombre en nuestro país. Imparte cursos dirigidos a personas en conflicto consigo mismas y con la sociedad, y realiza terapias con niños. La técnica de Fernando ha revolucionado la doma en muchos países; de hecho, le reclaman de otros recónditos lugares para conseguir amansar a las fieras más salvajes.

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