Ante la duda de si existía peligro para los habitantes, el equipo de bomberos procedió a desalojar las 20 viviendas del inmueble y a apuntalar el edificio durante la noche, un proceso que terminó a primera hora de la mañana de este miércoles.

Mientras los técnicos toman una decisión, los vecinos tienen que buscar un lugar donde dormir. El Samur Social ha ofrecido asistencia a las familias, aunque ninguna de ellas la ha aceptado en la primera noche, alegando que preferían quedarse en casa de amigos o familiares, según cuenta un portavoz de Emergencias Madrid. Además, asegura que, si los técnicos creen que el edificio debe estar clausurado durante una larga temporada, el Samur Social volverá a ofrecer sus servicios a los vecinos.
Las familias desalojadas se han ido acercando paulatinamente durante la mañana de este miércoles. Están intranquilos ante la situación "porque no nos cuentan nada", según ha comentado un vecino a Madridiario. "Lo único que sabemos de momento es que esta tarde vienen a revisar el edificio y que hasta entonces no podremos sacar nada".