Madrid tendrá abono transporte sin contacto a partir del año 2011. Según les puede adelantar Madridiario, el año próximo es la fecha que el Consorcio Regional de Transportes se ha impuesto para implantar en todos los medios de locomoción colectivos la tarjeta inalámbrica que sustituirá a los actuales tickets.
La nueva tarjeta tendrá el mismo formato que una de crédito y servirá tanto para la
EMT y los autobuses
interurbanos como para la red de
Metro y el
Metro Ligero y el
Cercanías. Gracias a la incorporación de un chip, bastará con acercarla al panel señalado en la canceladora para que ésta la lea y permita el acceso.
Para su implantación, prevista para finales del año próximo, el Consorcio está acabando de adaptar las canceladoras de todos los medios de transporte y tiene lista toda la
red de recarga. Ésta se realizará en las propias estaciones del suburbano y en los estancos, con la diferencia de que ya no será el dependiente quien escribirá a mano la numeración del abono sobre un ticket de cartón con banda magnética. Bastará con introducir el abono en un terminal y 'recargar' el mismo para todo el mes.
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El sistema ha pasado todas las pruebas porque, de hecho, los empleados de Metro y también los usuarios de la zona A (la correspondiente al centro de la capital) que compren su abono mensual lo utilizan desde hace tiempo.
Flecos pendientes
Como les adelantó en su día
Madridiario, la puesta en marcha de la tarjeta sin contacto costaría
entre 50 y 60 millones de euros. En el caso de los autobuses interurbanos, serán las concesionarias quienes paguen el cambio de las canceladoras, con el ahorro que ello supondrá.

Una vez esté listo el nuevo abono sólo se pagarán en metálico los billetes de
10 viajes y el billete
sencillo, y el primero de forma temporal, ya que una vez que se la tarjeta inalámbrica haya pasado su período de rodaje éste también será sin contacto. Respecto al billete de un sólo viaje, seguirá dispensándose en papel hasta que se encuentre una solución tecnológica eficaz y rentable.
El único fleco suelto que le queda al Consorcio Regional de Transportes es qué ocurrirá con las redes de Cercanías que salen
fuera de la Comunidad de Madrid (Toledo, Guadalajara, Segovia) y dónde hay firmados acuerdos para la utilización del abono transporte, ya que éstas también deberán adaptar sus sistemas.